Con las puras manos
Durante los dos meses de estado de alarma en España, las manos de los trabajadores taparon las grietas del sistema sanitario. Terminabas un servicio y había otro, otro, y otro. No son manos encallecidas. Son manos plastificadas, desinfectadas, consumidas por soluciones hidroalcohólicas. Son manos en busca del tacto prohibido: las manos que se arriesgan, las manos que arrancan el virus de los enfermos. Manos que voltean a pacientes para que respiren mejor. Manos que levantan muertos. Manos que recogen enfermos en su domicilio. Manos que cuidan cuando cuidar es lo más peligroso. Manos de inmigrantes que fabrican mascarillas… ¿Colapsó el sistema de salud? Claro que colapsó… Se genera frustración porque se piensan que esto tiene que ser como la NASA. Hay que gestionar las expectativas…
Continua llegint